Cómo dejar de complacer a la gente
''Entidades de Luz siempre tendrán que superar los obstáculos y malas actitudes de las entidades oscuras, esto se debe por nuestra naturaleza espiritual!''
Sabrina Jenkins
No te dejes presionar o chantajear. Hay muchas personas que se aprovechan de los demás para conseguir sus propósitos, sin importarles lo que a otros les conviene. Encuentra el equilibrio al tomar la decisión de hacer lo que alguien más te pide que hagas por ellos. Tampoco hay por qué comportarse desconsideradamente, pero nada hay de malo en rehusarte a hacer algo que no quieres o no puedes hacer por los demás. Es bueno aprender a regirte por lo que tu sentido común te indica que es lo mejor para ti y ser capaz de decir "No" cada vez que haga falta.
Si eres una persona "complaciente," que estás siempre dispuesto a dejar que otros se aprovechen de ti, probablemente no estés consiguiendo lo que quieres en la vida. Es hora de dejar de enfocarte en los demás para hacerlo en ti más a menudo, y dejar de ser un mártir de la bondad. Aquí tienes cómo hacer la transición.
Soluciones a corto plazo
Aprende a decir "no". No inventes excusas - da tus razones para no querer algo.
Por ejemplo, tu esposo quiere que toda su familia venga a la cena de Navidad, y tu simplemente no puedes enfrentarlo. Di: "Lo siento cariño, siento presión al entretener a un gran número de personas intolerables."
¿Tu mejor amigo quiere que vayas con él a una fiesta que se llena de gente que no soportas? Di "No, gracias, Roberto. No es lo mío." Por lo general un simple "no, gracias" será suficiente.
Empieza poco a poco encontrando algo pequeño para decir "no", y dilo con firmeza. Dilo con cortesía, pero ¡en serio! Te sorprenderás - ¡el mundo no se derrumbará alrededor de ti! La gente rara vez se ofende, y los que se ofenden no son dignos de agradar.
Aprende a decir "no".
Pide lo que quieres. Si todos van al cine, y la mayoría de las personas del grupo quieren ver una película en particular, pero prefieres ver otra cosa, ¡dilo! Esto no significa necesariamente que verás la película que deseas, pero quién sabe - tal vez hay otras personas en el grupo que preferirían ver la de tu elección, y ¡habrá gente a quien le guste agradar también!
No hay nada malo en expresar tu opinión, y no tiene por qué significar que estás reclamando algo. Basta con recordarle a la gente que eres una persona con tus propias preferencias, es un gran paso hacia adelante.
Incluso ayudará que le pidas a alguien que te ayude a hacer algo. A fin de cuentas, recuerda que nadie puede leer tu mente. Si sientes que haces mucho por los demás, pero ellos no hacen nada por ti, tal vez es porque no expresas tus necesidades o deseos. No es justo hacer que la gente haga te arranque una respuesta. Si te preguntan lo que quieres, o si hay una decisión que tomar, da tu opinión, y deja que así sea.
Haz algo por ti mismo. Haces una cosa que tenías ganas de hacer, pero sientes miedo de que a alguien no le vaya a gustar. Y qué?. ¡Hazlo de todas formas!
Tiñe tu cabello, hazte un nuevo look, hazte el tratamiento que disfrutas, ve de vacaciones, o ve a ver la película que quieras, pero que ¡nadie más quiere ver!
Hagas lo que hagas, hazlo por ti mismo, y practica el no preocuparte de lo que piensen los demás. No te dejes atrapar en hacer las cosas "a la manera de ellos" simplemente porque nadie más quiere que lo hagas "a tu manera".
Recuerda que debe haber cosas que realmente quieres hacer por ti mismo, independientemente de lo que piensen los demás, no a pesar de ello. Las opiniones de otras personas son un factor en nuestras vidas, pero no deben ser el factor determinante.
Compromiso
Si bien no es bueno ser una presa fácil, no es mejor ser un manipulador intimidante o un rebelde temerario. No te conviertas en un egoísta. De hecho, muchas personas que quieren agradar tienen baja autoestima. Lo mismo ocurre con los que son egoístas. Lo mejor es desarrollar buenas habilidades de auto-cuidado, que incluye habilidades de positividad saludable.
Puedes escuchar a los demás, pero al fin y al cabo, lo que haces es tu elección. ¡Mantén un equilibrio!
A veces las necesidades de otras personas deben ser lo primero. Cada vez que haya un conflicto de deseos, trata de encontrar una solución que esté en el medio, o mejor aún, una situación "win-win", donde ambas partes consiguen aún más de lo que esperaban.
Examina tus temores. ¿Son realistas? ¿Son realmente tan terribles? Es posible que tengas miedo de que no le agradarás a nadie, que alguien te dejará, y que te has quedado solo, si no dices lo correcto. Es una prisión en la que te has atrapado y es el momento de ¡abrir las puertas y salir!
Puedes aprovechar a las personas a tu alrededor para lograrlo, pero si no están dispuestos a aceptar que tienes tus propias necesidades, ¿realmente vale la pena tenerlos en tu vida?
Evalúa tus límites. Compáralos a los límites que estableciste en los demás. ¿Hasta qué punto estás dispuesto a restringir tu apertura para ser utilizado por otros?
¿Cuál es un comportamiento aceptable para ti y cuál es inaceptable? Ser capaz de analizar este factor te permite medir qué se puede hacer por los demás y lo que no se debe hacer por los demás de una manera mucho más objetiva.
¿Es ese el mismo para ti y para los demás?
¿Toleras lo intolerable? ¿Normalizas lo anormal? ¿Aceptas lo inaceptable? ¿Sabes lo que se siente al ser tratado con dignidad y respeto?
Aprende a identificar y etiquetar el trato inaceptable de los demás y cómo establecer límites a su conducta cuando violan tus límites.
Ten en cuenta la fuente. Muchas personas que quieren agradar fueron criados en ambientes en los que sus necesidades y sentimientos fueron echados a un lado, no fueron consideras, o incluso fueron menospreciados. Ser capaz de identificar y comprender el origen nos permite entendernos mejor a nosotros mismos, y para mejorar eliminamos el ser "complacientes con la gente."
¿Esperabas siempre para anticiparte y moldearte a las necesidades de los demás? ¿Esperabas asumir la necesidad de la familia a una edad temprana?
Aprendiste que la única forma de recibir una respuesta positiva fue hacer lo que los demás querían que hicieras? ¿Que si no hiciste lo que ellos querían, te desaprobarían y te regañarían?
Si es así, he aquí una noticia de última hora - no todo el mundo quiere una presa fácil. Al centrarte en agradar a los demás, te abres a la manipulación y al abuso. Nunca alcanzarás tu potencial como individuo si te ocultas constantemente bajo las expectativas de los demás. Con el tiempo, cuando la gente ya esté harta de tus servicios, ellos no te reconocerán por tu valor real, sino por el número de mandados que puedes hacer por ellos.
Deja de basar tu autoestima en lo que haces por los demás. Es noble que quieras ayudar a los demás, pero es algo que debes hacer porque quieres, no porque sientes que tienes que hacerlo. La voluntad de ayudar a los demás debe venir después de que sepas cómo ayudarte a ti mismo.
Los mayores actos de bondad son los que realizan por elección, no por miedo o culpabilidad. Si estás haciendo cosas por los demás, ya que te sentiría mal si no lo hiciste,¿ es la acción realmente genuina? ¿Te gustaría que otras personas te ayuden en esas condiciones? Y, si estás ayudando a los demás hasta el punto de que estás descuidándote, ¿es eso realmente sabio?
Consejos
Algunos de los signos que delatan que estás muy entrelazado en las vidas de otros son: no eres pasivo ni agresivo, con poco o sin nada que dar y tomando mientras tanto, nunca pareces estar divirtiéndote, estás constantemente controlando y siendo controlado, a menudo tiene prisas, por lo general sin ninguna razón.
Nunca pienses que el mundo que te rodea se derrumbará si no complaces a una persona. Siempre hay nuevos amigos para encontrar, y si el "amigo" que estabas tratando de complacer te deja porque no le agradaste, él o ella no es tu amigo y es bueno que él o ella se haya ido. Sin embargo, mantén las puertas abiertas por si acaso tu amigo se da cuenta del error que cometió.
Se persistente. Si se trata de un hábito de por vida, no va a ser fácil superarlo. Mantén la suficiente conciencia propia para darte cuenta cuando estás siendo un "complaciente", y ponte freno cada vez (para empezar). Con el tiempo, se convertirá en un hábito que puedes moderar cuando la situación exija que seas más flexible. El resto del tiempo – tenlo a tu manera.
En algunos casos, ser "complaciente con la gente" podría ser una clave para ser codependiente. Si estás interesado, considera leer Codependiente No Más, una obra fundamental sobre el tema, o asiste a una reunión de codependientes anónimos, u otro recurso. Ten en cuenta que este es un tema de autoayuda conducido y no todo el mundo está de acuerdo con el concepto de co-dependencia que postulan los autores en este ámbito.
Adevertencias
Tratar de complacer a la gente todo el tiempo te deja constantemente abierto a que se aprovechen de ti.
No culpes a otros por tu decisión de cambiar. No digas "¡Tenía que hacer esto por ti!" Recuerda que estás decidiendo cambiar por ti mismo.
Algunas personas pueden necesitar mucho tiempo para adaptarse a tu nuevo yo. No te disculpes por ser como eres, pero se amable con ellos!
Algunas personas parecen rechazar el nuevo, más firme, menos derrumbado tú. Aunque al principio puedes haber tenido miedo de cambiar, entiende que otras personas pueden tenerlo también, y puede no entender que su rechazo no es tanto hacia ti como hacia ellos mismos. Así como podrías haber pensado rechazar tus deseos, así también otros podrían rechazar los suyos y los tuyos a la vez, sólo porque piensan que eso es lo que es bueno para ambos! Se paciente con las personas. Al igual que eres capaz de entender que no hay que temer al cambio, otros se dan cuenta de esto a tiempo. Puedes hacer mucho para inspirar a la gente y calmar sus temores resistiéndote al tuyo.
Ten en cuenta que la expresión de tus propios deseos, requiere en primer lugar tener conciencia de lo que son, lo que requiere de una práctica consciente y coherente. Por ejemplo, tu pareja dice: "Comeremos hamburguesas para la cena", y es posible que realmente pienses "lo que sea está bien para mí", mientras que, sólo está "bien" porque nunca tomas esa decisión. Toma los pocos segundos extra para considerarlo. O bien, ¿a dónde vas cuando estás solo? Dile a donde quieres ir esta vez. No te preocupes por la que es una buena oportunidad para practicar y la qué no lo es.
Algunas cosas que quisieras hacer, podría no ser seguro hacerlo en el lugar de trabajo. Si realmente necesitas tu trabajo, piensa dos veces antes de alzar la voz o conseguir una apariencia de mohicano rosa o ponerte cinco piercings - especialmente si tienes que estar en el banco de inversión por la mañana.
A veces es necesario comprometerse. Trata de complacer a la gente a veces.
Si se alejan de ti o te rechazan porque no los complaces entonces eso significa que son unos interesados.
No te sientas culpable ni ofrezcas mil disculpas
¿Eres de las que se siente culpable al interponer tus propios intereses a los de los demás? ¿Sueles ofrecer mil disculpas porque no pudiste hacerle un favor a quien antes le has hecho mil favores? Intenta pensar en ti. Si esta vez no pudiste ofrecer tu ayuda debe ser porque deseas ocupar tu tiempo en algo importante para ti. Y eso no puede ser malo.
Aunque te suene mal, tus propios intereses deben ser prioritarios. Claro, siempre y cuando no afectes a terceros. Si actúas en consonancia con lo que es importante para ti, la gente que te rodea lo notará. Verás que dejarán de solicitarte favores en los que ellos bien saben no puedes ocuparte.
¿Tienes baja autoestima?
Es difícil aceptarlo, pero la realidad es que, por lo general, las personas con baja autoestima suelen ser demasiado amables. Si tú destilas amabilidad exagerada, puede ser útil un autoanálisis. Te servirá saber qué te hace ser exageradamente servicial con los demás. Quizás busques la aceptación de todos porque no confías en ti mismo. ¿Es eso lo que te hace ser tan amable y bondadoso(a)?
La seguridad en uno mismo es esencial para realizarse en aquello que uno desea en la vida. En la medida en que dejes de ceder a todo lo que te piden los demás, evitarás que se aprovechen de tu bondad. Ese es un paso firme hacia la seguridad en ti mismo(a).
No es difícil dejar de ser "la persona más amable del mundo". Adquiere confianza en ti mismo, corrige poco a poco ese comportamiento y verás que el mundo sigue su curso con mayor beneficio para tus propósitos personales.
Por supuesto que ser amable no es malo. Es más, necesitaríamos muchas más personas amables en este mundo. Por lo tanto, no pienses en cambiar tu tendencia natural a ser una persona agradable y atenta; simplemente, si es tu caso, trata de modificar tu inclinación a infravalorarte y a poner en riesgo tus propios intereses.
Articulo tomado y adaptado de Wikihow
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