Rai es un taxista que lleva 18 años en este oficio. Hace poco cuando se encontraba trabajando por las calles de Armenia recibió una llamada para recoger a dos damas en un populoso sector de la ciudad. Las señoras le pidieron que las llevara al cementerio Jardines donde asistirían a una misa y que luego las recogiera para llevarlas de nuevo a su lugar de residencia.
Mientras esperaba a las clientes, el conductor se entretuvo hablando por su móvil con una amiga de Medellín a quien le envió una fotografía.
“Mira acá estoy en el cementerio esperando a dos señoras”, le escribió Rai a su amiga.
El hombre no se percató de algo extraño hasta que su amiga le escribió preguntándole por la señora que se encontraba en la parte trasera del carro.
En Armenia las opiniones son divididas, unos creen en la presencia “del más allá” de la mujer, mientras que los expertos en fotografía digital como Ricardo Bejarano guardan prudente reserva.
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